martes, 10 de mayo de 2011

PORQUE UNA ESCUELA PUBLICA EN MECO

Estamos un poco sorprendidos. Si, si… sorprendidos porque nos quieren hacer creer que un colegio privado (en la modalidad de concierto), es solo una alternativa a la  escuela pública, una opción diferente que puede elegir libremente cualquier familia de Meco. Una alternativa sí, una opción diferente también, pero, ¿se respeta el principio de igualdad de oportunidades y pluralidad que es inherente a la escuela pública? ¿De verdad, la puede elegir cualquier familia, independientemente de su condición social, creencias (religiosas o no) o  ideología?
Vamos a ver  si las condiciones que reúne la escuela pública y que garantizan este principio se dan en la escuela privada:
La escuela pública es gratuita, se basa en el principio de que todos los alumnos y las alumnas tienen derecho a la educación independientemente de su condición económica o social. Hasta ahora los centros privados concertados, salvo honrosas excepciones, incumplen por diversos medios el principio de gratuidad y esto ya, en sí mismo, implica que no todos los alumnos puedan acceder a ellos.
La escuela pública es integradora e inclusiva. Este proceso conlleva varias exigencias de integración: una vertical de integración de clases sociales, otra horizontal de integración de comunidades culturales, étnicas  y/o religiosas (o no religiosas), y la última, la integración de las individualidades, donde las necesidades  de cada alumno tienen un apoyo educativo específico. Pues bien, la escuela privada aún se caracteriza por estar empañada por un fuerte componente ideológico y/o religioso, y una vocación clasista que se traduce en mantener a distancia a los alumnos “más problemáticos”. La fatídica frase de “ese niño no puede estar aquí”, con la disculpa de que no se cuenta con medios suficientes para su correcta atención, se oye más en el sector privado que en el público, y no podemos olvidarnos de que todos los niños deberían estar con el mismo derecho y que es responsabilidad de cada centro ajustar la respuesta educativa a sus necesidades.
También hay que señalar que una escuela pública integradora social y culturalmente tiene que ser necesariamente laica. Este laicismo no es un laicismo radical, sino un laicismo respetuoso con  las distintas visiones del mundo, religiosas o no religiosas, que pretende que los alumnos en la escuela pública descubran lo que les une y no lo que les separa. La escuela pública laica es la que respeta la libertad de pensamiento, de conciencia, de religión y las opciones ideológicas, políticas y morales de los alumnos, sus familias, los profesores, y demás trabajadores del centro, y que acepta el pluralismo de la sociedad.

La opción concertada que se va a implantar en Meco, definida por el propio centro como “colegio aconfesional de inspiración religiosa”, ¿casa con este planteamiento? Las familias de Meco que no tienen “la inspiración religiosa” del centro ¿tienen la posibilidad de llevar a sus hijos a él, si no comparten sus creencias?, y si tuvieran la posibilidad ¿van a ser respetadas?

Y como último rasgo importante de la escuela pública es que tiene que ser participativa y democrática.
La escuela debe educar en la participación a todo el alumnado, como inicio y aprendizaje de su vida ciudadana y promover la participación de las familias y del profesorado en la gestión democrática de la vida escolar, revitalizando los órganos colegiados de gobierno, y muy especialmente los consejos escolares de centro. El Proyecto educativo de los centros públicos es un proyecto abierto a la participación de cuantos componen la comunidad educativa, recogiendo sus aportaciones y ofreciendo márgenes de autonomía y responsabilidad en la identidad de los principios y valores educativos que esta comunidad pretende.

No sabemos si las familias que van a acudir al nuevo colegio tendrán esta posibilidad de participación en la gestión del centro, y si va a poder ejercer su derecho como miembros de la comunidad educativa a participar con responsabilidad, libertad y autonomía en un proyecto educativo abierto en cuya formulación pueden tener la oportunidad de incidir. Mucho nos tememos que no.

Como última reflexión, queremos indicar que a este tipo de centros, al que no todos los mequeros van a tener la posibilidad de ir,  se derivan fondos públicos y medios en detrimento de los que se podían destinar a la educación pública, que si es para todos.

Por tanto, hay que provocar el debate y la necesaria reacción de aquellos ciudadanos para quienes la escuela privada concertada no es  una alternativa más para todos los niños y niñas, sino una opción elitista y segregadora, y defender el modelo público de escuela que es el esqueleto de una sociedad libre, participativa, tolerante y solidaria.

1 comentarios:

Compartimos estos ideales de escuela publica y asi estan trabajando en ello las 3 escuelas publicas que tenemos en el pueblo. Esto no quiere decir que libremente los papas que asi lo deseen pueden elegir una opcion distinta y eso lo puedo entender ... pero porque nos imponen a los demas una opcion tan sesgada y ademas con suelo y patrimonio de todos.

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